• Poca potencia. Este es un problema perjudicial para el coche, ya que no puede ser ni muy grande ni muy pesado, y para los conductores ya que no pueden alcanzar la velocidad deseada en determinadas carreteras.

• Poca autonomía. Las baterías actuales no pueden asumir la energía eléctrica suficiente para realizar grandes viajes sin hacer paradas para recargarla.

• Precio elevado de las baterías. Las baterías son caras si se tiene en cuenta que no duran más de 7 años.

• Red de carga inexistente. Es muy complicado encontrar puntos de recarga.

• Pocos talleres especializados. A pesar de que se estropean menos, es necesario llevarlos a talleres especializados para su revisión y reparación.
• La producción de electricidad contamina. Aunque los coches eléctricos no contaminan nada, la producción de electricidad para poder cargar estos vehículos si que contamina.
• Tiempo de recarga. Comparado con los coches de gasolina o diésel, los tiempos de recarga de un coche eléctrico son mucho más lentos.

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